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Manuel nació en Jerez de la Frontera el 27 de marzo de 1838, fruto del matrimonio entre José Juan Núñez de Villavicencio y Angulo, caballero de la Orden de Calatrava, y María Regla Olaguer Feliú y González Cevallos. En 1869, siendo teniente de navío, tradujo del idioma alemán, junto a Rafael Pardo de Figueroa, que fuera el jefe de la Comisión Hidrográfica de la Península, el libro «Tratado de Astronomía Esférica» del Dr. F. Bruennow.
Alcanzó el grado de capitán de fragata de la Armada, fue Comisario Honorario de Marina, y también destacó por sus importantes investigaciones en astronomía y topografía. Destinado durante muchos años en las islas Filipinas, llevó a cabo el levantamiento del plano hidrográfico de las tierras españolas de ultramar.
Colaborador habitual de nuestra querida Revista General de Marina, contribuyó a la astronomía náutica con su ingeniosa idea de observaciones conjugadas que revolucionaron esta ciencia y ensancharon el campo de la astronomía de campaña. Entre sus invenciones destaca el desarrollo de una variante del sextante de reflexión, que permitió poder llevar a cabo observaciones con estrellas de pequeña magnitud, disminuyendo los errores de la declinación, aumentando la precisión de las observaciones y obteniendo la latitud con gran exactitud.
Además, en su faceta de escritor fue autor de numerosas obras de carácter científico, entre las que destacan obras como «Algunas Consideraciones sobre el Enlace Geodésico y Astronómico de Argelia con España», impresa en 1894; u «Observaciones de Precisión con el Sextante» publicada en 1895.
En 1899, con 61 años, y nueve años antes de fallecer, la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena le concedió la Gran Cruz al Mérito Naval con Distintivo Blanco por haber continuado, en su situación de retirado, prestando a la Marina y a la ciencia el concurso de sus vastos y valiosos conocimientos científicos.
Raúl Villa Caro
