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Ingeniería metalúrgica y defensa
José M. Torralba Castelló
Academia de las Ciencias y las Artes Militares
Sección de Prospectiva de la Tecnología Militar
A lo largo de la historia, los avances en ingeniería metalúrgica han estado estrechamente ligados a la guerra y la defensa. Las civilizaciones que dominaron su época lo hicieron, en gran parte, gracias al desarrollo de materiales superiores: del cobre al bronce, y del hierro al acero. Espadas y escudos fabricados con mejores aleaciones fueron determinantes en el dominio de unos imperios sobre otros.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los proyectiles de carga hueca revolucionaron el campo de batalla al perforar los blindajes con gran eficacia. Como respuesta, surgieron los blindajes reactivos, diseñados para neutralizar ese tipo de proyectiles. Décadas más tarde, en la Guerra de los Seis Días (1967), Israel introdujo los proyectiles tipo flecha, de energía cinética y núcleo de wolframio, capaces de contrarrestar los nuevos blindajes. Así ha continuado, a lo largo del tiempo, la eterna disputa entre la espada y el escudo.
En España, la industria militar metalúrgica fue clave durante gran parte del siglo XX. Fábricas como Trubia, Toledo o Sevilla impulsaron la producción de armas y la formación de técnicos especializados. Sin embargo, muchas de estas instalaciones han cerrado o se encuentran hoy bajo control de multinacionales, lo que ha reducido la capacidad estratégica nacional.
Aun así, la metalurgia sigue siendo esencial para la defensa, y muchas de las tecnologías desarrolladas con fines militares encuentran aplicaciones en el ámbito civil. Apostar por la investigación y el desarrollo de materiales avanzados y tecnologías duales es fundamental para recuperar parte de la soberanía industrial perdida.