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En la mañana del 28 de abril tuvo lugar, en el Campus Puerta de Toledo de la Universidad Carlos III de Madrid, la jornada titulada “Riesgos y amenazas para la seguridad: delincuencia organizada”. Esta jornada fue organizada conjuntamente por la Universidad Carlos III de Madrid y la Academia de las Ciencias y las Artes Militares. Asistieron aproximadamente setenta personas, entre ellas estudiantes de posgrado del Máster Universitario en Geopolítica y Estudios Estratégicos de la Universidad Carlos III de Madrid, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, representantes del Ministerio de Defensa y miembros de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares.
La jornada sobre delincuencia organizada comenzó a las nueve y cuarto de la mañana con la presentación conjunta del evento. Por parte de la Universidad Carlos III de Madrid intervino Jacobo García Álvarez, vicerrector de Estudios de Posgrado. En representación de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares participó Rubén García Servert, teniente general, académico de número y presidente de la Sección de Futuro de las Operaciones Militares. Ambos resaltaron que la finalidad del encuentro era analizar la amenaza de la delincuencia organizada, destacando que va más allá de las actuaciones policiales habituales. Subrayaron, además, el valor de estas jornadas para concienciar a la sociedad sobre la importancia de la seguridad y la defensa. Ambos destacaron la variedad de ponencias, que permitiría realizar una revisión completa de la situación, conocer el estado actual, el perfil de la amenaza para España, su relación con otros riesgos y las dificultades para combatirla y controlarla.
La conferencia inaugural estuvo a cargo de Loreto Gutiérrez Hurtado, general de brigada del Ejército de Tierra y directora del Departamento de Seguridad Nacional. Bajo el título “¿Qué es la delincuencia organizada? Umbral de tema policial a gran amenaza a la seguridad nacional e internacional”, explicó de manera precisa el concepto de delincuencia organizada, su relación con la criminalidad grave y su conexión estratégica con las grandes amenazas que afectan a la seguridad nacional de España y de los países de su entorno. Detalló cómo se aborda esta amenaza en la Estrategia de Seguridad Nacional y en la Estrategia Nacional contra el Crimen Organizado y la Delincuencia Grave. Explicó el funcionamiento del Departamento de Seguridad Nacional en la elaboración y actualización de estrategias nacionales y sectoriales, así como la importancia del seguimiento de las amenazas mediante los informes anuales de situación.
A continuación, se celebraron dos mesas redondas. La primera, titulada “El perfil de la amenaza”, fue moderada por Ángel Alonso Miranda, general de división de la Guardia Civil y académico correspondiente de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares. En ella se analizó el problema del crimen organizado desde diferentes enfoques.
Alfonso López Malo, general de brigada jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil, expuso la ponencia “Amenaza, geografía y economía del crimen organizado”. Enfatizó que el objetivo último de esta criminalidad es la obtención de beneficios y destacó la actividad de las organizaciones en ámbitos ilícitos como el tráfico de drogas, que generan enormes ganancias. Explicó cómo la alta rentabilidad de estos mercados ilícitos hace que resulten atractivos para la población en determinados territorios, incluso considerando el riesgo penal, que suele ser moderado para quienes realizan actividades de apoyo. Este hecho dificulta la lucha contra el crimen organizado. Compartió ejemplos en España y destacó la capacidad de los grupos para evolucionar, adaptarse a nuevos mercados, utilizar nuevas tecnologías y blanquear beneficios con facilidad. Insistió en la necesidad de atacar la economía de las organizaciones criminales localizando todos sus bienes, ya que es la mejor manera de debilitarlas.
Fernando Castro Guevara, coronel del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, presentó la ponencia titulada “¿Dónde esta amenaza pone en peligro al Estado?”. Abordó la doble vertiente de la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra la delincuencia organizada. En el ámbito nacional, las Fuerzas Armadas apoyan a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mediante acciones como el despliegue de barcos y aviones en apoyo de operaciones policiales y en la elaboración de inteligencia para el seguimiento de este fenómeno. Fuera de España, en misiones de paz o estabilización en zonas de conflicto, las Fuerzas Armadas combaten directamente el crimen organizado como parte de la amenaza global que afecta a esas regiones, normalmente en cooperación con grupos armados.
Manuel Cancio Meliá, catedrático de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Madrid, completó la mesa con la ponencia “Delincuencia organizada y estado de derecho”. Analizó la regulación penal y procesal, tanto internacional como nacional, y puso de manifiesto la necesidad de una mejor tipificación de la delincuencia organizada en la legislación española, ya que la actual regulación es demasiado genérica y dificulta la eficacia judicial. Además, destacó la importancia de mejorar la coordinación en el ámbito judicial y en el Ministerio Fiscal, advirtiendo sobre la dispersión de esfuerzos.
La segunda mesa redonda, moderada por Carlos Fernández Liesa, catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad Carlos III de Madrid, se centró en “La respuesta a la amenaza” y contó igualmente con tres ponencias.
Luis Rodríguez Sol, fiscal de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, explicó el problema añadido que representa la corrupción en el crimen organizado. Estas prácticas son habituales y se utilizan para proteger los negocios ilícitos. Por ese motivo, la Fiscalía Anticorrupción ha ampliado sus funciones para tratar también el crimen organizado. Comentó que existe cierta duplicidad de funciones con la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional en esta materia. Reiteró la necesidad de combatir todas las actividades de los grupos organizados, privándolos de sus beneficios e incluso confiscando sus bienes. Destacó el papel relevante de la Oficina de Recuperación de Activos del Ministerio de Justicia.
Manuel Navarrete Paniagua, teniente general al mando de Fronteras y Policía Marítima de la Guardia Civil, expuso la gravedad del problema que representa para España y el sur de la Unión Europea el tráfico de inmigrantes. Factores como los grandes desequilibrios económicos entre regiones, los conflictos armados y la cercanía a Europa facilitan los movimientos migratorios, que son aprovechados por organizaciones criminales. Explicó las ayudas facilitadas por la Unión Europea y, en particular, por España, a los países de origen de estos movimientos clandestinos. También comentó el despliegue de recursos y medios en estos territorios. Destacó que, en general, las organizaciones criminales dedicadas a la inmigración ilegal suelen ser de origen étnico, carecen de estructuras sofisticadas y realizan muchas de sus transacciones fuera del control europeo, utilizando sistemas tradicionales como la hawala, lo que dificulta atacar su economía.
La última ponencia, titulada “Coordinación nacional e internacional contra el crimen organizado”, fue impartida por Alberto Sierra, comisario jefe de Coordinación del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado. Expuso el sistema español de coordinación en las investigaciones contra el crimen organizado, que integra las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, policías autonómicas y Vigilancia Aduanera. Además, explicó cómo se cruzan estos datos con investigaciones de terrorismo y con la información relativa a los movimientos de viajeros aéreos que entran o salen de España. Detalló el funcionamiento de este sistema de coordinación, sus comunicaciones y reuniones periódicas, y destacó que es un modelo único en el mundo.
La jornada despertó un gran interés entre los asistentes, quienes participaron activamente formulando numerosas preguntas a los ponentes.
Las conclusiones, expuestas por el teniente general García Servert, subrayaron la consideración de la delincuencia organizada como una amenaza grave y transversal, vinculada a otras amenazas como el terrorismo y el cibercrimen. Se recalcó su impacto directo en la seguridad pública, la defensa y el ámbito judicial, así como el grave daño económico que ocasiona a los Estados. También se destacó la complejidad de la respuesta, que exige la aplicación de normativas, estrategias y programas tanto a nivel nacional como internacional, y la importancia de la prevención, involucrando no solo a la administración, sino también al ámbito académico, la sociedad civil y el sector privado.
Las conclusiones señalaron dos características del crimen organizado que ponen en riesgo la estabilidad de los Estados. En primer lugar, su tendencia a dominar territorios, lo que trae consigo la extorsión de amplios sectores de la población. Por otro lado, la infiltración en las estructuras de la Administración mediante la corrupción, lo que favorece las actividades ilícitas.
La jornada concluyó con la intervención de clausura del vicerrector García Álvarez, quien resaltó la importancia y utilidad de la jornada en el ámbito académico y la oportunidad de seguir colaborando con la Academia de las Ciencias y las Artes Militares.