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En el marco de la campaña circular llevada a cabo por el cabecilla Máximo Gómez en la provincia de Camagüey, cuyo fin era conseguir el aislamiento de Puerto Príncipe, más de 2.000 hombres sitiaron Cascorro en la mañana del 22 de septiembre de 1896.
En Cascorro estaba establecida una fuerza de 170 hombres, integrantes de la 1ª compañía del 1er batallón del Regimiento de Infantería María Cristina nº 63, al mando del capitán Francisco Neila de Ciria. La posición constaba de tres fuertes, denominados de la Iglesia, Principal y de García.
El asedio duraría trece días, en los que Neila recibiría hasta un total de cuatro conminaciones del general Máximo Gómez para rendir la guarnición, sin que en ninguna de ellas lograra su objetivo.
El 30 de septiembre los mambises ocuparon una casa próxima al fuerte Principal, desde la que comenzaron a abrir fuego sobre la posición española, dejándola aislada de los otros dos fuertes. Y sería en esta situación en la que se produciría la gesta más conocida del sitio, que ha pasado a la historia militar española, de mano del soldado Eloy Gonzalo García.
Tras su paso por el Regimiento de Dragones de Caballería Lusitania, Eloy Gonzalo había ingresado en el Cuerpo de Carabineros del Reino, siendo condenado a prisión por amenazas a su propio teniente. Acogiéndose a los beneficios penitenciarios de la época, desembarcaría en diciembre de 1895 en Cuba, incorporándose, a su llegada a Puerto Príncipe (Camagüey), como soldado del Regimiento de Infantería María Cristina nº 63.
El que quedaría inmortalizado desde entonces como «el héroe de Cascorro» se presentó voluntario ante el capitán Neila para, armado con su fusil y con una lata de petróleo, destruir por el fuego la casa ocupada por el enemigo. Tan sólo pidió ser atado por la cintura para que, en caso de que muriera, su cuerpo fuera recuperado por los españoles.
Exhibiendo un valor extraordinario, Eloy Gonzalo alcanzó su objetivo y logró incendiar la casa, desalojando al enemigo de ella y liberando la presión sobre Cascorro, hasta la llegada de la columna de socorro que, en la mañana del 9 de octubre de 1896, y bajo el mando del general Adolfo Jiménez Castellanos, Comandante General de Camagüey, logró eliminar completamente el sitio a que estaba sometida por los insurrectos mambises.
Por la defensa de Cascorro, el capitan Neila sería condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando y Eloy Gonzalo recibiría una Cruz de Plata del Mérito Militar con distintivo rojo.
Fallecido a consecuencia de fiebres tifoideas el 17 de junio de 1897 en el hospital de Matanzas, el cadáver de Eloy Gonzalo sería trasladado a la península junto a los de los generales Vara del Rey y Santocildes, considerándose a todos ellos como «héroes de la guerra de Cuba».
Muy posiblemente debido a esta condición, el busto que de Eloy Gonzalo se conserva en el museo del Ejército luce erróneamente la insignia de la Cruz Laureada de San Fernando.
José Félix González Román
