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Se ha denominado Crisis de los misiles en Cuba al conflicto diplomático entre Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba en octubre de 1962, generado a raíz del conocimiento por parte de Estados Unidos de la existencia de bases de lanzamiento de misiles de alcance medio (con capacidad nuclear) de procedencia soviética en la isla de Cuba. En Rusia, a esta crisis se la denomina Crisis del Caribe y, en Cuba, Crisis de octubre.
Cuba, ligada a los intereses de Estados Unidos desde su independencia de España en 1898 hasta que Fidel Castro llegó al poder en 1959 tras su triunfo revolucionario, se alineó con la URSS en plena Guerra Fría e impulsó reformas que interferían con los intereses norteamericanos. Para presionar al régimen castrista, Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Cuba en 1961, le aplicó un bloqueo económico severo y provocó su expulsión de la OEA, lo que hizo a Castro virar hacia un claro alineamiento con el bloque soviético y a establecer de una dictadura comunista en la isla.
Tras la invasión fallida de la Bahía de Cochinos, en abril de ese año, Washington lanzó la Operación Mangosta para derrocar a Castro, pero los servicios de inteligencia soviéticos detectaron e hicieron fracasar el plan.
En ese mismo año (1961), el líder de la Unión Soviética, Nikita Kruschev, pactó con Fidel Castro la instalación en la isla de armamento militar para protegerla de su rival, pero también, para amenazar a la otra potencia nuclear existente. La Operación Anádir fue el código de la URSS para la operación secreta destinada a desplegar misiles balísticos de alcance medio, aviones de caza, bombarderos y una división de infantería mecanizada en la isla.
Entre los meses de junio y octubre de 1962, la URSS envió en secreto a Cuba (en contra de la idea de Castro de que estos envíos se hicieran con publicidad) 24 plataformas de lanzamiento de misiles, 42 misiles R 12, 45 ojivas nucleares, 42 bombarderos Ilyushin, 40 aeronaves MiG 21, 2 unidades de defensa antiaérea, 4 regimientos de infantería mecanizada y otras unidades militares (en total 47.000 hombres).
El misil balístico R 12, denominado SS 4 Sandal en nomenclatura OTAN, con capacidad para portar cabezas nucleares de hasta 2,3 Mt, y con un radio de alcance efectivo de 2.000 kilómetros, constituía una clara amenaza para el territorio de los Estados Unidos. Fue este misil el elegido en lugar del previsto, el R 16 (SS 7 Saddler), misil balístico intercontinental y capaz de alcanzar el territorio norteamericano desde la propia Unión Soviética, el cual sufrió un terrible accidente cuando estaba preparado para su primer lanzamiento (octubre de 1960) que acabó con la vida de más de un centenar de personas (lo que de no haber ocurrido podría haber cambiado el rumbo de este grave incidente que puso a la humanidad al borde de una guerra nuclear).
El 14 de octubre de 1962, aviones espías estadounidenses U2 (aviones monomotor y monoplaza de vigilancia a gran altura -21.000 metros- diseñados para determinar las capacidades e intenciones de la URSS) detectaron en Cuba la construcción de plataformas para el lanzamiento de los misiles balísticos R12, así como la presencia de tropas soviéticas.
El día 22, Kennedy hizo pública la situación y el 24 el gobierno estadounidense impuso un bloqueo naval sobre las costas cubanas con 3 cruceros, 1 portaviones y 140 navíos, para impedir la llegada a la isla caribeña de los elementos necesarios para proseguir el desarrollo de las bases hasta el 27 de ese mes, día en que aumentó la tensión al producirse el derribo de un avión U2 estadounidense por un misil tierra-aire soviético cuando realizaba acciones de información sobre la isla. Ese mismo día se anunció el desmantelamiento de las bases y su repatriación a la URSS, tras el acuerdo entre Kruschev y Kennedy (acuerdo del que fue excluido Fidel Castro), en que el líder soviético se comprometía a la eliminación de las bases en territorio cubano a cambio de la garantía formal y pública de que Estados Unidos no realizaría, ni apoyaría, acción alguna contra el territorio cubano comprometiéndose, además, al desmantelamiento de sus bases de misiles Júpiter en Turquía.
El día 20 de noviembre, el gobierno de los Estados Unidos puso fin a sus patrullas navales alrededor de Cuba, permaneciendo en la isla la presencia soviética dotada solo de armas convencionales.
La rápida solución (trece días) de esta grave crisis mostró la eficacia de la estrategia de la disuasión y la importancia del diálogo entre las dos superpotencias. A partir de ese momento, se instaló una comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin con el fin de desactivar cualquier crisis o malentendido: el «teléfono rojo».
José Emilio Roldán Pascual
