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José Canalejas nació en Madrid, hijo de un ingeniero de los ferrocarriles, y tras cursar el bachillerato en el Instituto San Isidro, obtuvo las licenciaturas de Derecho (1871) y Filosofía (1872) en la Universidad Central de Madrid, doctorándose posteriormente en ambas facultades.
En 1873 era auxiliar de cátedra, pero tras el fracaso en dos oposiciones a cátedra, abandonó la enseñanza e ingresó en la empresa de ferrocarriles que dirigía su padre donde alcanzó el cargo de Secretario General.
Dedicado a la política fue miembro del Partido Demócrata Progresista, de ideas republicanas que, según las circunstancias, se aliaba con los conservadores o con los liberales. Promovió la separación del Estado y la Iglesia e impulsó políticas laicas ganándose fama de antimonárquico y anticatólico. Partidario de políticas sociales próximas a los trabajadores, luchó por sus derechos, pero, a pesar de ello, durante su presidencia de gobierno aumentó drásticamente la conflictividad laboral.
Canalejas fue un gran orador que tenía fama de no necesitar llevar nada escrito. Famoso es el día que, tras discutir en los pasillos del Congreso con Cristino Martos, la acalorada discusión terminó en un duelo a sable. El duelo aconteció el 4 de enero de 1890, en la calle Alcalá, y Canalejas fue herido con un corte en la frente.
Fue Ministro de Fomento, de Gracia y Justicia, de Hacienda, de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas durante la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena y una vez elevado al trono Alfonso XIII, fue de nuevo ministro de Fomento y de Gracia y Justicia y presidente del Consejo de Ministros.
Siendo presidente del Consejo de Ministros, el día 11 de noviembre de 1912 se acostó tarde, levantándose pronto el día 12, rechazando el coche oficial presidencial y haciendo el camino a pie hasta el Palacio Real, para despachar con S.M. el Rey, y desde allí se dirigió hacia la reunión del Consejo de Ministros caminando hacia el Ministerio de la Gobernación. A las 11 y media de la mañana, Canalejas, muy aficionado a la lectura, se paró ante el escaparate de la librería San Martín cuando el anarquista Manuel Pardiñas Serrano, anarquista fichado por la policía argentina y francesa que habían dado aviso a la española de su entrada en España con intenciones sospechosas, salió de un bar, vestido elegantemente con un gabán largo, perfectamente afeitado y peinado y acercándose a Canalejas por la espalda le disparó tres proyectiles con una pistola Browning¸ uno de ellos le hirió en el pecho, otro en el brazo y el tercero le entró por el occipital, lo que acabó con su vida de forma instantánea.
Pardiñas buscó protección entre los coches aparcados, pero entre un agente y un transeúnte le acorralaron en la esquina de la calle Carretas y, tras disparar a sus perseguidores, se pegó un tiro en la frente, siendo trasladado a la Casa de Socorro de la Plaza Mayor, donde murió a las dos y media de la tarde.
El cadáver de Canalejas fue depositado en la capilla ardiente, colocada en el Salón de Sesiones del Congreso de los Diputados, siendo enterrado el día 13 de noviembre con gran solemnidad y rodeado de en una inmensa manifestación de dolor. Dejó viuda, a la que se le reconoció como duquesa de Canalejas, y cinco hijos.
Fue sepultado en el Panteón de Hombres Ilustres de la Basílica de Atocha.
José Emilio Roldán Pascual