1 DE ENERO DE 1986
España y Portugal ingresan en la Comunidad Económica Europea

España es hoy uno de los cuatro países más influyentes de la Unión Europea. En el último semestre del año 2023, España ha ejercido por quinta vez la presidencia rotaria del Consejo de la Unión Europea. Remontándonos atrás en el tiempo, el hecho histórico del ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) se produjo el 12 de junio de 1985, mediante la firma del Tratado de Adhesión firmado en Madrid y cuya entrada en vigor fue el 1 de enero de 1986. La entrada de España y Portugal se produjo en la misma fecha efectiva, lo que supuso que la CEE pasara de tener diez a doce miembros.

El ingreso de España como Estado Miembro culminaba los esfuerzos realizados desde los primeros momentos de la democracia española, formulándose, ya entonces, la solicitud formal de adhesión el 26 de julio de 1977. En 2024, se cumplen ya 38 años de la integración de España como socio fundamental de la Unión.

En 1991, España suscribió el «Acuerdo de Schengen» que posibilita una Europa libre de fronteras entre Estados Miembros, facilitando así la libre circulación de personas dentro de la «zona Schengen». Un año después, el Tratado de Maastricht de 1992 vendría a cambiar la denominación de CEE por la de Unión Europea. La implantación del «euro» como moneda común europea se produjo en enero de 2002.

El tratado de Lisboa, en vigor desde 2009, es la base de la organización constitucional de la Unión y representa un esfuerzo colectivo por hacer que la Unión Europea sea más eficiente, democrática y transparente. Desde su adhesión, España ha participado activamente en iniciativas y políticas europeas que han tenido un impacto significativo en el desarrollo económico y social del país como son la Política Energética, la Política Agraria Común, la Política de Pesca Común, los Fondos Estructurales, los Programas de Investigación e Innovación o la Política de Seguridad y Defensa, entre otras muchas más.

En el discurso que S.M. el Rey Felipe VI realizó ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, en octubre del 2015, con motivo del 30 aniversario de la entrada de España en la Unión Europea, se recoge de forma destacada lo que significa Europa para España y viceversa. En su discurso se subraya que el proyecto europeo es un éxito colectivo e insustituible y que necesita mantener su impulso y reivindicar su valor cada día mostrando así su firmeza para afrontar los retos a los que la ciudadanía europea se enfrenta en el siglo XXI.

A continuación, se extraen algunas partes de ese discurso que bastan por sí mismas para mostrar la importancia de la pertenencia de España a la Unión Europea:

Esa fe en Europa con la que he comenzado mis palabras, nace de la profunda identidad europea de mi país. España y los españoles somos —y sus señorías lo saben bien— europeos por cultura y geografía; por historia y también por vocación política. No es posible concebir España sin Europa, ni Europa sin España. Soy europeo, porque soy español. […]

Europa es donde los españoles queríamos estar, donde nos merecíamos estar y donde permaneceremos siempre. […] España ha aportado a la Unión sus vínculos históricos con Iberoamérica, su estrecha relación con el Mediterráneo, su clara dimensión transatlántica y, en suma, su vocación universal. […] Nuestra proyección exterior ha de asentarse en una política común de seguridad y defensa más ambiciosa y generosa, capaz de combinar de manera coherente sus capacidades civiles y militares para poder así ofrecer un enfoque integral en la gestión de las crisis a las que nos enfrentamos. […] La Unión Europea es una historia de éxito que debemos reconocer, valorar y admirar mucho más.

Del discurso que S.M. el Rey Felipe VI pronunció en el Parlamento Europeo en octubre de 2015

Salvador Llopis Sánchez